Diagnóstico / Territorio de marca / Plataforma de marca / Narrativa / Naming / Tono de voz / Identidad visual / Aplicaciones de marca
Longos Craft Food era la apuesta de negocio de Pau y Guille: Un negocio de hostelería basado en la venta de hot dogs premium. La marca surge en un mercado repleto de alternativas de fast food, saturado de propuestas con unos códigos estéticos y verbales muy evolucionados.
Crear una propuesta relevante y actual que nos permita posicionarnos como los originales de la categoría, potenciando y atractivizando el hot dog, un producto que no destaca entre la oferta. Nuestro reto será aprovechar esta situación para posicionarnos como una alternativa dentro de las opciones de “fast good”. Una opción atractiva, que genere deseo y preferencia en el consumo de nuestra propuesta gastronómica; los perritos calientes de calidad.
Investigando el contexto cultural, social y competitivo al que se enfrentaba la marca, vimos la oportunidad en conectar con una audiencia exigente, con unos códigos estéticos y verbales evolucionados, y un sentimiento en común: la nostalgia por tiempos pasados. Fue así como decidimos nacer inspirándonos por la propia esencia de los años 90: una época de exaltación del espíritu de libertad en cuanto a la expresión personal y la subversión de los códigos impuestos. Una época en la que había más incorrección y más rebeldía, donde la gente actuaba de forma muy diferente, icónica a día de hoy.
La identidad verbal de la marca está compuesta por un tono de voz y mensajes que buscan dotar de personalidad a la marca a través de una actitud rebelde con detalles que aportan finura a través de expresiones propias de los 90, y modificaciones libres del lenguaje para hablar de ingredientes y poner en valor la elaboración.
Para esta marca de contrastes, necesitábamos un nuevo naming que representara dos extremos. Kaniche refleja esa rebeldía acompañada de la extrema delicadeza con la que se prepara cada plato.
¿El tagline? Pedigree hot dogs.
Habla de una esencia pija pero punky con la intención de poner en valor y elevar el concepto de hot dog que todos tenemos en mente para empezar a hablar de elaboración y de recetas hechas a medida. Una forma de ver la cocina fast food, elevándola a través del cuidado por el detalle y los ingredientes.
El universo visual de la marca se ubica en la estética punk de los 90. Para ello utilizamos una tipografía y paleta cromática contundentes, capaces de transmitir la idea de marca en todas sus aplicaciones. Un sistema gráfico sencillo que responde a la necesidad de aunar lo pijo y lo punky bajo un lenguaje propio fácilmente reconocible.
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